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Broche de plata a una trayectoria

La pentatleta Bárbara Hernando pone fin a una mala racha deportiva con dos segundos puestos en los últimos Campeonatos de España


Azahara Beroy, Eva Sánchez y Alejandra Tirado | Castellón | 28-07-2018 | 22:10h

Bárbara Hernando posa con la presea de plata en la Universitat Jaume I / Fuente: Azahara Beroy

Sábado 17 de febrero de 2018. El reloj marca las diez en el Palacio Velódromo Luis Puig de Valencia y Bárbara Hernando Fuster (Castellón, 1988) da la última vuelta a los cordones de sus zapatillas. Por delante le esperan dos duros días de campeonato nacional absoluto en pista cubierta. Solo el esfuerzo, la disciplina y la pasión por el atletismo marcarán sus tiempos. Compite contra ella misma y no está dispuesta a rendirse. No le importan las marcas que harán sus rivales. Tampoco le importa el qué dirán. Su único objetivo: superar los 4.000 puntos y disfrutar de la competición.


Tras 16 años compitiendo, Bárbara sale a la pista un día más con las mismas ganas de sentir la adrenalina que sintió en su primer entrenamiento. Cada zancada es un logro conseguido que recuerda orgullosa con el latido de su corazón a mil por hora. El atletismo se lo ha dado todo y siente que debe devolvérselo con sacrificio y entrega, valores que guiarán sus pasos hacia la meta. Segura de sí misma, comienza la competición con la mirada puesta en su marcador personal.


Bárbara Hernando empezó sus andaduras en el atletismo cuando, aconsejada por su profesor de Educación Física en el instituto, realizó las pruebas de acceso del centro socio-educativo Penyeta Roja de Castellón. Consiguió superarlas exitosamente y se enamoró de los encantos que encarna este deporte: «El atletismo te engancha porque es un deporte para ti», explica Bárbara, quien se define a sí misma como una persona muy independiente. «Además tiene una cosa muy bonita y es que si un día has hecho marca personal, aunque quedes última, estás contenta», añade emocionada.


Ya con 13 años pasó a entrenar con el Club Atletismo Playas de Castellón, momento en el que conoció a su todavía entrenadora Manoli Alonso, figura clave en el atletismo femenino español y recién premiada por la European Atletics con el Women Leadership Awards, galardón que reconoce la contribución al liderazgo de la mujer en el mundo del atletismo. Lo que entonces Bárbara no sabía era que tanto el Playas de Castellón como Manoli iban a convertirse en los dos pilares fundamentales de su carrera deportiva. Junto a ellos, la deportista castellonense ha logrado despuntar en el atletismo a nivel nacional. Campeona de España juvenil de Pentatlón y Exatlón, oro en el Campeonato de España Promesa de Pentalón y Heptalón, y campeona de España Absoluta de Heptatlón y Pentatlón son sólo algunos de sus mayores éxitos. La atleta del Playas de Castellón ha conseguido batir hasta un total de tres marcas nacionales, siendo el recordwoman de Pentatlón en pista cubierta de 2011 el más destacado de ellos al sumar 4.381 puntos.


Su reconocido palmarés deportivo es fruto de ser «muy cabezona, persistente y autoexigente», señas de identidad de Hernando dentro y fuera de la pista que se han convertido en sus más fieles compañeras y que le han ayudado a no dejar nunca de luchar por sus sueños. Tal ha sido la pasión de Bárbara por este deporte que acabó convirtiéndose en su todo: «Hubo una temporada que el atletismo lo era todo para mí. Mi rutina se basaba en comer, entrenar y dormir. Era mi forma de vida y mi trabajo».


Lo que la atleta castellonense no se podía imaginar era que una larga estancia en Londres con el fin de seguir formándose a nivel académico iba a trastabillar sus planes deportivos, llegando a cambiar su forma de ver y vivir el atletismo. Los cambios de horario y rutina, la intención de mantener el mismo ritmo de vida que en España y su incorporación a un grupo de entrenamiento de alto nivel que preparaba los Juegos Olímpicos de Londres 2012 fueron algunos de los factores determinantes para su declive tanto personal como deportivo. «En ese momento tendría que haber echado el freno y no lo hice. A partir de ahí caí en un pozo profundo durante cinco años», lamenta Bárbara.


El pesimismo y la desesperación invadieron la mente de la atleta y los resultados no eran los esperados. El apoyo incondicional de su entrenadora Manoli y de su familia, especialmente de su padre, hicieron que Bárbara no tirara la toalla. Hernando quería volver a disfrutar del atletismo como lo había hecho hasta entonces. Se lo debía a ella misma y al atletismo, deporte que tan buenos momentos le había brindado. «El cambio mental para poder acabar de salir de esa mala época ha sido el no exigirme o el no tener la presión esa de he estado trabajando duro y tiene que salir sí o sí», reconoce la atleta, quien además asegura que su única intención es «hacerlo por y para mí y disfrutar en la pista».


La confianza ciega y el respeto de Bárbara hacia su entrenadora Manoli ha hecho que desde el primer entrenamiento formen un tándem perfecto. Entrenadora y atleta coinciden en los puntos fuertes y débiles de Hernando tanto dentro como fuera de la pista. Ambas destacan la fuerza de la atleta como potencial de Bárbara y la falta de rapidez como principal debilidad. Pero sin duda, Manoli confiaba en la enorme capacidad de trabajo de su pupila como base esencial de su recuperación. «Bárbara es muy disciplinada. En la pista siempre cumple con su trabajo y nunca dejé de confiar en ella», confiesa la entrenadora.

La atleta muestra la medalla conseguida en el Campeonato de España Absoluto en Pista Cubierta de 2018 / Fuente: Azahara Beroy

Juntas prepararon, una vez más, la temporada 2017/18 con la máxima ilusión posible. Sin presión por ganar o perder. El único objetivo era que Bárbara volviera a concebir el atletismo con la misma inocencia que cuando de niña saltaba las vallas que su padre le ponía en el pasillo de casa. Ahora portaba a sus espaldas una mochila cargada de experiencia y recuerdos que, lejos de pesarle, debía ayudarla a coger energía en los momentos más duros de la competición.


Domingo 18 de febrero de 2018. Bárbara Hernando culmina el Campeonato de España en pista cubierta con un total de 4.029 puntos. En lo deportivo, la puntuación supone un más que merecido segundo puesto que brinda a Hernando una plata al cuello. En lo personal, atrás quedan los récords logrados y todas las victorias cosechadas. Volver a superar los 4.000 puntos era el mayor reto personal de Bárbara y lo ha superado con creces. La medalla es el broche de plata a una trayectoria marcada por cinco años en el que las vallas no han sido los obstáculos más difíciles de superar. Pero Bárbara todavía tenía una cuenta pendiente con el aire libre, que conseguiría saldar cinco meses más tarde en el Campeonato de España Absoluto en Getafe. La atleta castellonense consigue sumar 5.649 puntos y colgarse una nueva medalla de plata.

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